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El Preludio de Natsuki

Traduccion: Krystal of Nol




Prólogo ~ del Paso: #25~




Las olas entraban y salían una y otra vez. Reventaban cuando golpeaban el acantilado.


Una calle iluminada de la Ciudad de Fuuka se alineaba al borde del acantilado junto al mar.


Cerca de la mitad del camino una parte sobresalía, mirando al mar. Sobre esto es que Natsuki se encontraba, sola.


-Madre…


Natsuki cerró los ojos mientras dejaba salir ese suave y casi inaudible murmuro.


Los eventos de esa noche eran revividos en su mente.


Aún cuando sabía que debía olvidar, no podía borrar los recuerdos de lo que sucedió esa noche hace 10 años.


Ocurrió en el laboratorio de Bihoshi en Farmacéuticas Iwasaka. “El cuarto de Estudio de Mamá” era como lo llamaba.


Recordaba cómo la mano de su madre la movía para que despertara, porque se quedó dormida en el laboratorio, cansada de esperar a que el trabajo terminara.


Su madre, quien generalmente era calmada y gentil, había mostrado una mirada de desesperación.


Con eso, con Natsuki sujeta fuertemente a su mejor amigo Duran, por quien rogó traer, entraron al auto de su madre y se dirigieron a la oscura calle.


A… este lugar.


Fue aquí, que “ellos” los estaban esperando.


Esos “tíos oscuros” quienes entraban y salían de Farmacéuticas Iwasaka en sus trajes negros y lentes de sol. Siempre estaban alertas, como si silenciosamente vigilaran el laboratorio. Aunque jugaban con Natsuki o le daban dulces en secreto mientras esperaba por su madre.


Pero ahora, simplemente estaban allí de pie, miradas oscuras en sus rostros.


Era algo que Natsuki no había visto antes de esa noche.


Lo que sucedió después, su memoria no tenía imágenes de ello.


Sólo tenía el sonido agudo de los frenos, y la sensación de impacto mientras se estrellaban contra la barrera de seguridad.


Y luego el sentimiento de suspensión mientras podía sentir algo cerca de ellos, y pronto el sonido del grito de su madre.


Ella misma debió de gritar también.


Pero sus palabras estaban durmiendo en las profundidades bajo el acantilado, junto con su madre y Duran.


-Así que, aquí es donde te encuentro de nuevo.


Los pensamientos de Natsuki fueron interrumpidos por una voz detrás de ella.


-Lo mismo te digo ¿por qué viniste aquí otra vez? El Primer Distrito ya no existe ¿no es así, Sakomizu?- respondió Natsuki sin voltear.


-Eso es cierto. Pero antes de irme, me gustaría saludar a alguien… ¿si a ti no te molesta?


Sakomizu era profesor de Natsuki en la Academia Fuuka. También era un agente trabajando para una organización llamada Primer Distrito… bueno, había trabajado.


Sujetaba un ramo de flores en sus manos.


-Crecieron en el jardín de la Academia Fuuka. No sé si estas flores serán recibidas, pero desafortunadamente todas las florerías en el pueblo están cerradas.


-Has lo que quieras.


Sakomizu sonrió, de alguna forma aliviado por la típica respuesta brusca, y arrojó el ramo.


Las flores golpearon el agua y desaparecieron en un abrir y cerrar de ojos.


-Justo como nosotros…- susurró Natsuki suavemente, levantando la vista.


La enorme estrella de las HiME entró en su campo de visión.


La estrella que daba poder a las chicas llamadas HiME. Les daba el poder para materializar equipo de alto orden de la nada.


Usualmente resplandecía a un lado de la luna, pero ahora estaba más cerca de lo que había estado jamás, brillando omnipotente, tan grande que podías ver los más pequeños detalles.


Se sentía como si proclamara el fin para Natsuki, una HiME, una de las tres HiME sobrevivientes que quedaban.


Sí. Ahora mismo, todo iba a terminar.


Incluso la batalla de Natsuki, la cual comenzó tan pronto despertó como una HiME esa última noche de verano, había llegado a su fin.



I



La campana de la iglesia sonó.


Imitaba a una religión extranjera mientras sonaba a través de la Academia Fuuka, la cual albergaba una escuela primaria, intermedia y secundaria, perteneciente de forma privada a una familia noble. Guiaba a Japón como un todo en educación.


Pero para una joven durmiendo en el césped de la escuela, la campana sonaba más como una alarma.


-¿Así que la escuela por fin terminó?


Las clases acabaron. La joven en uniforme de educación media se levantó, sintiendo los sonidos únicos después de la escuela incrementarse.


Natsuki ya de pie se estiró, haciendo un pequeño ruido.


Su largo cabello oscuro sobre su espalda. Ni un solo gramo de grasa en sus esbeltos brazos. Su pecho puede que aún le faltase tamaño, pero su cuerpo femenino, ahora escondido bajo el uniforme diseñado como un traje de marino, ya prometía una futura sensualidad.


-¿Natsuki, saltándose clases de nuevo?- una voz llamó desde atrás.


El suave acento de Kyoto, y el descaro de llamar a Natsuki por su primer nombre, sólo podían pertenecer a una persona en toda la escuela.


-Tuve suficiente paciencia para atender por toda la mañana. Además, mi registro de asistencia está bien. No hay necesidad para que me regañes, Shizuru.


Mientras Natsuki giraba, una chica usando el uniforme de educación secundaria estaba frente a sus ojos.


Una alumna emanaba un encanto de madurez y serenidad mientras sólo estaba de pie. Fujino Shizuru, una estudiante de segundo año de secundaria, y la única persona que Natsuki podía referirse como una amiga en esta escuela.


-Tan seria como siempre… pero…


Se aproximó a Natsuki, sonriendo de forma encantadora, y pasó su dedo índice suavemente sobre la mejilla de la joven.


-…!


Natsuki no pudo evitar sonrojarse involuntariamente ante esas palabras.


-Jeje, estás toda roja... Natsuki realmente es muy tierna.


Natsuki alejó el dedo de la sonriente Shizuru, el cual ya se había hecho camino hasta su mentón. Con las mejillas ardiendo, gritó enojada, -¡¡Gah!! ¡En verdad, tú siempre… siempre…! ¿¡Es en verdad tan divertido burlarte de mí?!


-Sí.


Natsuki estaba sin palabras, aturdida por la gentil burla de Shizuru.


¡Cielos, esta mujer!


Sí, la única que podía fácilmente llegar a Natsuki, quien usualmente emanaba un aura de “fría” e “inaccesible” era esta estudiante de curso superior, Shizuru.


¿Qué era tan agradable sobre ella? O más bien, en palabras de Natsuki ¿en verdad era tan divertido molestarla? Cualquiera que fuera la razón, Shizuru lo hacía en cada ocasión.


¿Por qué podría ser Shizuru, sin importar lo amenazante o ruda que Natsuki fuera con ella, romper su pared tan fácilmente y tenerla a su merced?


Aunque en realidad, no era del todo desagradable para Natsuki.


Para alguien como ella, alguien quien de forma intencional mantenía su distancia de otros, Shizuru era la excepción.


-Oh, me siento tan tímida cuando me miras fijamente a los ojos así…


-¡Eso no es-! En verdad, tú… ¿sucede algo malo?


Natsuki intentó cambiar el tema para distraerla.


-¿Malo? Bueno… no en realidad, pero Sakomizu-sensei está buscándote. Recientemente comenzaste a venir a la escuela en tu motocicleta ¿no es así, Natsuki? Deberías de tener cuidado para no ser atrapada por el Personal Ejecutivo, o Sakomizu-sensei.



Natsuki se mordió la lengua ante esas palabras.


-Suzushiro, lo apuesto…


El otro día fue reprendida duramente por la “más suspicaz miembro Ejecutiva de la Academia Fuuka, un torbellino regular” Suzushiro, por conducir su motocicleta a la escuela.


-Que molestia de persona para encontrarse. Aunque, al parecer el Consejo Ejecutivo está siendo reforzado ahora mismo… Sakomizu-sensei también ha estado bastante preocupado.


-¿Reforzado? ¿Sucedió algo?


El Personal Ejecutivo era una rama del Consejo Estudiantil encargados de mantener la moral pública y seguridad. Si están siendo reforzados, un evento inusual debió suceder dentro de la escuela.


-Perros callejeros han estado apareciendo con más frecuencia en la escuela. Esa es la razón por la que necesitamos refuerzos.


Y con esas palabras, el maestro de Natsuki, Sakomizu Kaiji apareció.


Era el profesor a cargo de su clase. Era algo regordete, con un afro que lo haría bien como nido de pájaros. Su apariencia era fuerte, pero su naturaleza tranquila lo convertía en otro maestro inofensivo.

 Por lo menos, eso era lo que Natsuki pensaba de él.


-¿Dijiste perros vagabundos?


-Sí, y al parecer unos muy grandes.


Natsuki formó una sonrisa sarcástica ante la expresión seria de Sakomizu.


-Ya sea, perseguidos por fantasmas o atacados por monstruos perturbadores… esta escuela en verdad lo tiene todo ¿no es así?


-Es de esperarse en una escuela que ha permanecido por tanto tiempo. Pero de todos modos…


-¿Sí?


-Sobre tu motocicleta, Kuga-san ¿podemos llegar a alguna especie de acuerdo? Está escrito en las reglas de la escuela que se prohíbe conducir motocicletas aquí. Ah, Fujino-san, por favor intenta persuadirla.


-Intentaría detenerla si pudiera, pero… al parecer no es la más obediente de las personas ¿no lo cree?


-Cierto… Kuga-san es en verdad muy obstinada.


-Sí. Definitivamente.


-Qué problemático.


Shizuru y Sakomizu asintieron en acuerdo.


-Oi. No hablen así cuando estoy justo aquí.


-Pero Natsuki, sin importar cuantas veces te lo digamos, simplemente no escuchas.


-Eso es cierto. Y tampoco ha estado yendo a sus clases…


-Uh…


Natsuki tartamudeó, siendo atacada de repente por ambos lados. Sakomizu se acercó a ella y le susurró algo que sólo Natsuki podía oír, -También es mejor si dejas de holgazanear cerca de los bares de la zona comercial. Personas problemáticas entran y salen de allí. Después de todo, eres una princesa.


-¡Qué…!


Cómo es que él…


Natsuki fue tomada por sorpresa. Intentó esconder su temblor, pero la verdad en las palabras de Sakomizu lo impedía.


-¿…De qué… de qué estás hablando?- preguntó, tratando de mantener su voz calmada. Sakomizu sólo sonrió con ironía.


-Por favor, sólo ten cuidado. Te lo ruego. Soy responsable por el comportamiento de mis estudiantes y sus acciones también se reflejan en mí.


Habló con su usual tono despreocupado. Limpiándose la frente con un arrugado pañuelo, se fue.


-…


Natsuki observó su espalda mientras se iba, aún preguntándose.


¿Cómo lo sabe? ¿Y llamándome “princesa”? ¿De dónde vino eso?


-¿Natsuki? Estás colocando un rostro muy serio ¿qué sucedió?


-Ah, ummm… nada. Me voy a casa.


Shizuru frunció el ceño levemente ante la respuesta evasiva. Lo dejó pasar, sonriendo una vez más.


-¿Ya te vas? Eso es muy malo. Quería estar con Natsuki sólo un poco más…


De repente abrazó a Natsuki desde atrás, presionando su cuerpo contra el de ella.


Natsuki sintió una suave sensación mientras era envuelta por los brazos de Shizuru.



-¡O-oye, Shizuru!


-¿Qué sucede?


-Qué… ummm… ¡oye! ¿Qué estás haciendo? ¡Déjame ir!


Sonriendo ampliamente, Shizuru soltó a Natsuki.


-Tus elecciones de lencería se han vuelto más refinadas últimamente. Tan suaves al tacto…


-¡BAKA!- Natsuki gritó enojada. Nerviosa y profundamente sonrojada, se apresuró para atravesar el bosque detrás de la escuela.


Probablemente estacionó su motocicleta allí.


Shizuru formó una pequeña sonrisa de alivio, observando a Natsuki marchándose así.


-Espera, Natsuki. Tienes que cambiar tus ropas ¿no es así? Déjame ayudarte.


Sonrió feliz, la burla aparente en su voz. Fue tras Natsuki, ignorando sus gritos de “¡cállate!” y “¡no te acerques más!” y desapareció en el bosque.



II



-¿…Primer Distrito? ¿Así es como lo llaman?


-Sí. Si es su verdadero nombre o sólo un alias no se sabe… pero así es como se llaman a sí mismos.


Unas cuantas horas habían pasado desde los eventos posteriores a la escuela. Natsuki estaba sentada en un bar llamado Rorschach en Tsukimori, uno de los distritos comerciales de una ciudad vecina a la escuela.


-Primer Distrito…


Natsuki repitió las palabras, tratando de disminuir la emoción en su voz.


Desde la noche en que su madre murió no ha habido más que una sed de venganza en el corazón de Natsuki contra aquellos responsables por quitársela. Desde ese día se forjó a sí misma, siguiendo cada rastro, buscando por cualquier organización que pudiera estar vinculada con su madre.


Pero, con toda honestidad, Natsuki sabía que una simple estudiante de secundaria no podía hacer mucho. Era en verdad loco, colocarse en circunstancias increíblemente peligrosas una vez más. Aún así, era incapaz de llegar a la organización. Natsuki era constantemente atormentada por el sentimiento de impotencia.


Esta era su oportunidad. Natsuki había conocido a este hombre, quien ocupaba uno de los asientos en la esquina.


Este hombre era llamado Yamada.


De dónde provenía era desconocido. Su nombre, Yamada, probablemente era falso. Ni siquiera lucía como alguien japonés. Se rumoreaba que podía ser un artesano de otro país. A Natsuki no le importaba ninguno de esos detalles.


Yamada podía manejarse por las partes más esquivas del mundo. Cuando la paga estaba bien, no cuestionaba mucho la legalidad de la información o arma que colocaba en manos de Natsuki. Eso funcionaba para ella.


Fue él quien le vendió el nombre de la organización que ni siquiera estaba segura existía, hasta hoy.


Primer Distrito... ¿Puede ser ese el nombre de la organización que usó y luego mató a mi madre?


Se sentía extraño. Anteriormente, su enemigo había sido tan distante como las nubes en el cielo. Pero ahora, incluso con sólo un nombre, se sentía más real.


Sin percatarse de la agitación oculta de Natsuki, Yamada continuó con desinterés.


-Son un grupo bastante peligroso. Si no eres cuidadosa, puedes poner a todo el país en tu contra.”


-¿Todo el país?


-Sí. Hay indicios de que se han infiltrado incluso en el gobierno. Aunque esos son sólo sentimientos que he tenido.


-…


Natsuki ya había supuesto que algo así sucedería, considerando que la muerte de su madre fue tratada como un accidente y a sus súplicas desesperadas no le prestaron ninguna atención.


Entonces, es como pensé…


Sin embargo, Natsuki fingió una sonrisa.


-¿No es interesante? Puedo encargarme de ellos al fin.


-Divertido…


Yamada era un hombre que rara vez cambiaba su expresión, pero ahora las esquinas de su boca ascendían en entretención.


Entonces, jugando una nueva carta, habló de nuevo.


-El poder para materializar equipo de alto orden. ¿Has oído ese término antes?


El término paralizó a Natsuki. El poder para materializar equipo de alto orden.


Era lo mismo que la investigación de su madre en ese lugar ¿verdad…?


-Highly-advanced Materalizing Equipment, HiME para abreviar. Eso es lo que esos tipos están buscando, personas con esa habilidad.


-¿HiME…?


Su madre, e incluso esos hombres con trajes oscuros en el instituto a veces la llamaban “princesa”.


De hecho, cuando Natsuki nació en Agosto, su madre quiso usar el kanji de “verano” y “princesa” para formar su nombre, pero en vez de eso se utilizó el haragana por preferencia de su padre.


Aunque su madre la llamaba “mi princesa” de todas formas.


En ese entonces, pensaba que sólo era un apodo.


*Se dice que esos sujetos reúnen a personas con ese poder en la Academia Fuuka. Ya sabes, ¿esa escuela para niños ricos en el siguiente pueblo?


-…!


Natsuki ya no pudo seguir ocultando su agitación al escuchar el nombre de su propia escuela saliendo de la boca de Yamada. Ella replicó enfáticamente.


-Dices ‘poder’. ¿Exactamente qué clase de poder?


-Bueno… mis investigaciones no han llegado tan lejos.


-Ya veo… entonces por favor continua investigando.


Natsuki sacó un sobre de su bolsillo y lo deslizó enfrente de Yamada.


El hombre dudó, sin tomar el sobre, sino en vez de eso lo observó por un rato. Abrió su boca para hacer una pregunta, algo extraño de hacer para él fuera de su trabajo.


-En verdad no debería preguntar mucho sobre las situaciones en que están mis clientes, pero… por favor déjame preguntarte una cosa.


-¿Qué?


-¿Por qué una jovencita como tú está detrás de tal organización? Este no es un juego para estudiantes de secundaria, estos no son enemigos con los que se deba bromear.


-……


-Un ataque débil contra ellos, y serás aniquilada. No los amenaces ¿de acuerdo?


Yamada movió un poco el vaso en su mano.


El hielo sin derretir hizo un claro sonido.


-No me importa. Esto es para lo que vivo. Los cazaré y destruiré. Sin importar lo que cueste.


Su tono era profundo y mortal.


Yamada vio en los ojos de Natsuki y tragó un poco de saliva. Había una temible luz en ellos, brillando con intensidad pura. Yamada reconoció esa luz de hace tiempo, cuando él fue entrenado para servir a su país. Era un brillo de alivio ciego. Era tan tonto, pero a la vez tan hermoso…


Ella era una joven que tenías que considerar, porque podría ser peligrosa…


Yamada miró a otro lado, buscó el sobre y lo guardó.


-Te contactaré cuando tenga nueva información.


-…Entendido.


Respondió de forma cortante, tomando su casco y levantándose de su asiento.


La línea de su cuerpo dibujada por el ajustado traje de cuero mostraba a una joven que había dado los primeros pasos en la madurez, pero aún se aferraba en las firmes líneas de la juventud.


Yamada no era alguien quien en verdad disfrutaba de una vista así, pero la tensión envolviendo a la chica iba en aumento, sin dejar lugar para el alivio.


Ella es muy parecida a mí… ¿cruzaré el peligroso puente hacia la simpatía?


Yamada sonrió de forma amarga.


Las palabras de Natsuki no eran amenaza para él. Habían siniestras sombras persistiendo en el borde de su visión desde que comenzó a investigar al Primer Distrito. No era nada que no pudiera manejar, pero que se metieran en el camino era malo para su negocio como informante.


Aunque esto puede ser divertido… por fin un digno oponente.


Yamada sintió el opaco y olvidado resplandor brillar dentro de él por un momento. Ya sea para apagarlo o alimentarlo más, vació su vaso de una sola vez.


***


Natsuki dejó el bar, montando la motocicleta que dejó estacionada en el callejón, recogió su cabello antes de colocarse el casco.


Amaba este vehículo, el cual había obtenido hace un mes.


Era un modelo extranjero, el mismo que su padre una vez poseyó.


Natsuki no estaba segura porqué escogió este modelo.


Ya que odiaba a su padre.


Después de la muerte de su madre, él la había dejado, seriamente lastimada, en el hospital y sólo la abandonó allí. También habían cosas que sólo entendió después, como que sus padres trabajaban todo el tiempo y peleaban a menudo, ya que no se llevaban bien. Pero siempre colocaban una máscara de armonía frente a ella.


Su padre, quien amaba las motocicletas y el Rock Inglés de los 80. Nombró a su vehículo “Duran II” como una parodia del nombre del querido perro de Natsuki.


Su padre, quien siempre estaba ocupado volando alrededor del mundo como gerente de una empresa comercial, aún tenía tiempo para llevar a Natsuki a viajes o acampar.


Natsuki había amado a su padre.


Pero, no podía perdonarlo.


Ahora su padre vivía en el extranjero con otra mujer. Nunca fue oficial, pero la relación con esa mujer había estado ocurriendo incluso cuando la madre de Natsuki seguía viva.


Aunque el apoyo que él pagaba, los gastos domésticos para su única hija, eran muy generosos. Esta motocicleta, el dinero para pagarle a Yamada por la información, todo venía de ese apoyo.


Ella fácilmente podría olvidarse del dinero de su padre, pero en realidad estaba muy conciente de que sin éste no sería capaz de ganar lo suficiente para sus propios gastos diarios, mucho menos planear su venganza.


Me pregunto se vengar a mi madre carcomería a mi detestable padre…


Esa sería una muy personal, feliz e infantil venganza para Natsuki.


Bajó el visor del casco, conectó el acelerador y se marchó.


La moto dio un leve rugido, y aceleró fuera del callejón de Tsukimori, en dirección de la carretera a lo largo de la costa que llevaba de regreso a Fuuka.


Las estaciones estaban cambiando de verano a otoño, así que la temperatura era bastante fría. Pero para Natsuki, se sentía bien.


Una luna llena era visible en el frío aire. Ubicada cerca de ésta, la estrella roja estaba brillando.


“Natsuki-chan, no le digas a nadie que puedes ver esa estrella.”


La estrella roja era visible para ella y para nadie más desde que era muy joven.


Su madre le prohibió hablar de eso, no quería que nadie lo supiera.


Madre. ¿Qué es lo que sabías?


La pregunta resonaba por la mente de Natsuki, y las palabras de Yamada regresaban a ella.


“El poder para materializar equipo de alto orden. HiME para abreviar...”


“Se dice que esos sujetos reúnen a personas con ese poder en la Academia Fuuka.”


Era sorprendente, pero se sentía muy cerca de la solución.


Es justo como pensaba, hay algo mal con esa escuela…


Escuchó un largo y fantasmal aullido. ¿Era uno de los gigantes perros callejeros?


Podría ser algo más. ¿No había algo entre las líneas del discurso de Sakomizu?


Su propio reclutamiento en la escuela también había sido algo misterioso, ahora que pensaba en ello. Fue el deseo de su padre que tomara los exámenes de entrada a una academia privada, y su maestro de esa época de inmediato sugirió la Academia Fuuka.


“Bueno, si no tienes ideas, déjame darte una. Si ves mis recomendaciones verás que los términos están perfectamente bien.”


Sus palabras estaban llenas de entusiasmo.


-HiME, eh…


Esa palabra, ¿qué tiene que ver conmigo?


Lo que sea, lo averiguaré.


El camino a través de las montañas llevaba a la ciudad de Fuuka.


La forma de la escuela se alzaba en silencio, luciendo como un palacio de otro mundo en este tranquilo pueblo.


Natsuki pisó el acelerador con más fuerza, como si desafiara a la escuela.


Sólo el rugido podía oírse mientras atravesaba por la tranquila ciudad en la noche. Conducía por el camino de la colina de regreso a la academia.


Y luego…


Como para responder al rugido de la motocicleta, un largo aullido hizo eco tras la montaña.


La voz superaba al del motor completamente, pero el sonido nunca alcanzó los oídos de Natsuki…



III



-Uh... ¿Kuga-san?


Natsuki había estacionado su motocicleta en la entrada trasera de la escuela y se cambió nuevamente a su uniforme escolar, cuando de repente escuchó una voz por detrás. Volteó, sorprendida.


Una estudiante en el mismo uniforme estaba de pie frente a ella.


-Tú eres…


Ella sabía quien era esta chica. Una joven quien también cursaba el tercero de la escuela media, y estaba en la clase junto a la suya.


-Soy… soy Higurashi Akane.


La chica quien se llamaba Akane observaba a Natsuki, mejillas sonrojadas como si de repente se sintiera avergonzada por algo.


Esta joven era una de las únicas que había intentado siquiera hablarle a Natsuki de vez en cuando. Ella se mantenía alejada de sus compañeros y aún así era considerada popular, pero como “una belleza fuera de alcance”.


-Estás en la clase D ¿cierto? A veces tenemos Educación Física juntas.


-¿¡Lo recuerdas!?


Las mejillas de Akane se sonrojaron aún más.


-Sí, supongo. ¿Por qué estás aquí a esta hora de la noche?


-Eso es por… um, y-yo olvidé unas notas para mi tarea, así que vine por ellas, pero últimamente se han visto muchos perros callejeros. Sólo estaba un poco asustada, pero cuando escuché ese aullido de algún lugar, sólo pensé ‘¡Noooo! ¡Me quiero ir a casa!’ pero luego vi a Kuga-san, y luego, sin pensar…


Digo con entusiasmo de una sola vez.


Natsuki hizo una mueca ante su exaltación. -Muy bien, muy bien. También olvidé algo en el salón. Puedo traer las notas para ti mientras estoy allí ¿si quieres?


-¿¡Eh!? ¡Ah, pero, yo también quiero ir!


-No, se está haciendo tarde. Deberías ir a casa. Te entregaré las notas después.


-Pero, eso es… aprovecharse de ti, Kuga-san.


-No te preocupes por eso. Estoy acostumbrada a caminar sola por la noche. Y además, esta es una rara oportunidad para mí el ofrecer este servicio ¿no es así? Deberías aceptar la amabilidad de una persona humildemente ¿no te parece?


Akane miraba estupefacta a Natsuki, sin moverse del lugar, como si hubiera presenciado un milagro divino.


-…Oye ¿Higurashi? ¿Qué sucede?


-¡G-Gracias, Kuga-san!


Akane se inclinó una y otra vez.


-En verdad no necesitas ser tan agradecida, ¿acaso no éramos compañeras antes?


-…¡Sí!


Después de preguntarle a Akane su número de celular, y prometerle que la llamaría después, Natsuki observó a la joven alejarse, sonriendo felizmente.


Akane seguía volteando de vez en cuando, como si silenciosamente dijera “Lamento molestarte” aún al mismo tiempo se veía muy feliz. Desapareció de vista mientras caminaba por la pendiente que conducía a la ciudad a los pies de la colina.


En verdad estoy de un humor muy extraño…


Natsuki sonrió irónicamente a sí misma. En realidad, había hecho todo eso para asegurarse de que Akane no impidiera ni estorbara con su investigación del interior de la escuela.


Pero aún así, había pasado mucho tiempo desde que habló tanto con una chica de su misma edad. Bueno, además de Shizuru, por supuesto.


Desde la muerte de su madre, Natsuki obstinadamente pensaba en sí misma como alguien que no podía confiar en nadie, que no necesitaba amigos. Pero una vez que conoció a Shizuru, empezó a cambiar, aunque no plenamente conciente de ello.


***


La atmósfera del campus en la noche era especialmente inquietante.


El ajetreo diario de las actividades estudiantiles y el ruido se habían ido, la tranquila noche hacía que todo luciera más vacío. La sensación de opresión era sofocante.


Natsuki por lo general no pensaba mucho de la escuela, pero ésta en la noche le daba una sensación funesta.


El lugar no estaba completamente desierto. Además de la misma escuela estaban los dormitorios estudiantiles, la iglesia de la academia (en donde los sacerdotes vivían), y la mansión de la directora. Pero ya que el área perteneciente a la Academia Fuuka estaba rodeada por mar y montañas, la gente aún escaseaba en el lugar… o quizás podría decirse que no era una zona en que florecía la energía de las personas.


…Bien, entonces.


Natsuki se preguntaba qué hacer después mientras observaba la entrada de la escuela, llamada el Palacio de Cristal ya que toda su superficie estaba hecha de vidrio. La luz de la luna se reflejaba en éste, haciéndolo brillar de una forma hermosa.


Colarse en la academia había sido fácil, pero no tenía idea de qué hacer a continuación.


No era alguien quien creía en rumores de monstruos y fantasmas, esos sólo se debían a la fama de la escuela.


El rumor de perros callejeros era el único en que creía en verdad, aunque aún no tenía idea de lo que tenía que ver con el Primer Distrito, o con el término ‘HiME’.


-Probablemente deba ir por la notas de Higurashi primero…


Susurró para sí Natsuki, alejándose del Palacio de Cristal, cuando de repente…


---Rugido---


Un largo y agudo aullido interrumpió el silencio de Fuuka.


¿Un perro callejero? Pero…


El distante aullido hizo eco sin parar, un extraño sonido que no podía pertenecer a un perro callejero. El eco continuó, nunca vacilando.


El corazón de Natsuki latió más rápido.


Caliente…


Sintió un extraño calor en su costado. Debió ser cerca de esa extraña marca que Natsuki tenía desde que nació…


---Rugido---


De nuevo, un alejado aullido.


Resonó más cerca y fuerte que antes.


¿Qué es esto… por qué mi cuerpo… se siente tan caliente?


Justo entonces, de la nada…


-Ah, es un placer conocerte, Natsuki-chan.


Natsuki observó su alrededor ante la repentina voz.


Contra todo sentido común, el dueño de la voz estaba parado sobre el techo del Palacio de Cristal.


-¿¡Quién demonios eres!?


-Soy Nagi. Homura Nagi. Es un gusto conocerte.- era un niño de cabello blanco usando el uniforme de la escuela media. Tenía una sonrisa torcida, como si se estuviera divirtiendo mucho. Sus ojos rasgados eran impresionantes.


-Por fin nos conocemos. Te he estado observando ¿no estás feliz? Has intentado tan duro de entender las cosas, pero en verdad, creo que tus esfuerzos son inútiles.


-¿¡Inútiles!?


-Oh sí, porque cuando llegue el momento, entenderás todo. Quién eres… qué son las HiME…


-…!!


Mirando hacia abajo, a una sorprendida Natsuki, este chico llamado Nagi apuntó hacia el cielo. Hacia la orilla de la luna… y la estrella roja.


-La ves, esa estrella roja… es llamada la estrella de las HiME. Las jóvenes que pueden verla, son las HiME. Hay una marca en tu cuerpo en algún lugar ¿cierto? La forma de esa marca… una marca HiME.


El chico dibujó una figura con su dedo.


Las líneas que trazó en el aire creaban la forma exacta de su marca… ¿las líneas estaban brillando?


-¡Eso es…!


Presionó instintivamente sobre su marca, la cual ahora palpitaba con un calor doloroso, aún más que antes. La figura que el niño había dibujado era exactamente igual a su marca de nacimiento.


-Jaja… ¿sorprendida? Pero la real sorpresa aún espera por ti. Muy bien, comencemos. Tu hijo… no, tu Child te está llamando…


---Rugido---


Una sombra descendió desde el Palacio de Cristal mientras rugía.


Natsuki contuvo el aliento, cara a cara con la criatura.


Como si fuera a cortar el aire a su alrededor, parpadeó un poco. La bestia de tono negro observaba a Natsuki.


Tenía un gran torso sujeto por cuatro piernas. Sólo sus ojos rojos eran visibles en donde debería estar su cabeza. En verdad era una gran bestia.


Tales monstruos no existen en este mundo. Pero la luz en sus ojos, penetrando a Natsuki con su mirada, era una luz de un ser viviente.


La bestia soltó un leve gruñido.


-Pero ya que lo llamé apresuradamente, habrán Orphans cerca de él. Ellos te comerán si cometes un error, una persona que no tiene tanto amor. Tu fuerza con la que decidirás si puedes domarlo y decidir quién es el amo de quién.


Natsuki sólo observaba, como si estuviera en un trance… abrumada por el miedo y sorpresa por este oscuro monstruo.


-Entonces ve. Este es tu hijo.


Como si estuviera esperando, la oscura sombra saltó.


-...!


Natsuki regresó a la realidad y se arrojó al suelo sin tiempo que perder antes de que la bestia aterrizara.


Gruñó profundamente, como si quisiera persuadirla o quizás intimidarla.


-¡Dem-…!


Natsuki se puso de pie y corrió, desesperación era lo único en su mente.


La bestia observó a Natsuki huir sólo por un momento, antes de ir tras ella con sus pasos lentos.


-Haz tu mejor esfuerzo, mi querida Princesa del Verano…- Nagi dijo con una sonrisa, vigilándola.



El corazón de Natsuki, el cual comenzó a latir más rápido en cuanto escuchó el primer gruñido, ahora iba a un ritmo más y más violento.


¡Caliente!


Su marca estaba quemándola.


La oscura bestia aumentó su velocidad, disminuyendo la brecha entre ambos.


Natsuki huyó al bosque de la academia, sin aliento.


-¡Ah!



Distraída por sus propios jadeos, se tropezó con la raíz de un árbol y cayó al suelo.


Volteó y vio que la bestia la había acorralado.


Natsuki se apoyó contra el tronco del árbol, temblando.


La bestia tenía sus ojos rojos sobre Natsuki. Estaba tan cerca que era capaz de sentir su aliento, como si en verdad esta cosa estuviera viva…


-¡Kyaaaaaaaa!


Un grito escapó de la boca de Natsuki, y luego…


La marca en su costado brilló tanto que podías verla a través de sus ropas. Partículas relucientes flotaban desde ambas palmas de Natsuki.



IV



Un disparo interrumpió el silencio de la academia.


La bestia de color oscuro se agachó, y luego saltó a un lado.


La criatura evitó el ser golpeada, el Child se dio cuenta que la presa que perseguía no sería tan fácil como asumió al inicio. Mientras el enemigo comenzó con su contraataque, la bestia alzó la voz en su rugido amenazante, diferente al de antes, como una advertencia.


-¿Qué…?


¿Qué sucedió?


Natsuki observó los objetos en sus manos. Finalmente dándose cuenta de que fue ella quien jaló los gatillos e hizo que se escucharan esos disparos.


¿Armas…? Habían gatillos, un mango para sujetarlas, pero en el corto cuerpo de la pistola había una esfera en donde debería estar las partes móviles o el cargador si fuera un revolver. Pero estos objetos definitivamente tenían la forma de un arma.


-¿Por qué…? ¿De dónde vinieron…?


Se habían materializado en sus manos como una ilusión, pero la sensación y peso eran reales mientras brillaban clara y fríamente a la luz de la luna.


-Ese… es tu Elemento.


Una voz vino de repente desde la oscuridad. Era una voz ahogada, diferente al tono alegre del niño llamado Nagi. Era una profunda e imponente voz. Es como si la hubiera escuchado en algún lado antes…


Antes de que pudiera preguntarse de quién era la voz, la oscura bestia se movió.


-…!


Como por reflejo, Natsuki alzó las armas en sus manos.


Con un gruñido, la bestia vigilante bajó su postura.


-Tu Elemento… el arma ritual dada a una HiME. Materializaste estas armas por tu propia voluntad.

 ¡Pero no hay tiempo que perder, úsalas para derrotar a la bestia!


-¿Ele… mento…?


-¡Ya viene!


Sin gruñido y sin advertencia, la bestia saltó al mismo tiempo en que la “voz” la alentaba.


Incluso sin advertencia y en su actual estado de confusión, los reflejos de Natsuki reaccionaron al movimiento.


Sin dudar alzó sus pistolas, esas cosas que la “voz” llamaba su Elemento, y jaló el gatillo.


El latido del corazón no se detuvo.


Sin que se diera cuenta, ese latido se había transformado en una sensación de honor.


-¡Yo pelearé!


Como si fuera al ritmo de su propio latido, Natsuki jaló el gatillo de su Elemento hasta el límite.


***


¿Cuánto tiempo ha pasado…?


Parecía una eternidad, pero fue sólo un momento.


La bestia aulló, y saltó. Saltó para partir a Natsuki por la mitad con sus colmillos y garras. La joven disparó y esquivó. Era en autodefensa… ¿pero cuándo había dominado las habilidades marciales para luchar de esta forma?


La oscura bestia y la chica, su cabello negro volando, se movían como danzando en la oscuridad iluminada sólo por la luz de la luna.


Esto es una HiME…


El dueño de la voz, quien antes había llamado a Natsuki miraba la escena con ansiedad.


¿Estás asustada?


Era un susurro casi audible.


Pero este es el destino de una HiME… por muy bendito que pueda parecer un destino, debes entender que no puedes escapar del sistema.


...Y aún así...


-Espera un momento, ¿acaso esto no es contra las reglas?”


Sus pensamientos fueron interrumpidos por una repentina voz de lo alto.


Identificó la voz al instante, y respondió sin voltear.


-…¿Entonces me reportarás con los de arriba? Nagi-san.


Sólo una risa reprimida pudo escucharse.


-Yo no haría tal cosa. En verdad ¿por qué lo haría? Estoy unido a un contrato, ¿por qué me opondría a “esa persona”?


Era una voz burlesca, llena de sarcasmo.


-Un contrato… y aún así, me parece como si en realidad lo estuvieras disfrutando…


-No puedo evitarlo. Para ser honesto, no tengo necesidad de inmiscuirme en los asuntos de este mundo. Pero si debo hacerlo, lo disfrutaré tanto como pueda.


-…Tu poder está sellado por tu contrato con “esa persona”, ¿pero no es el administrar este festival un deber que se te impuso porque una vez, en un mundo muy lejano, robaste el corazón de una joven? Por lo menos eso es lo que he oído.


-En verdad eres hablador ¿no es así? ¿Pero, no puede ese poder, aunque esté sellado, aplastarte como a una mosca?


Habló con un tono agudo, torcido.


Sus miembros se colocaron rígidos. Estaba tenso, frío sudor corría por su espalda.


Viendo la tensión, Nagi rió.


-Oh, bueno. Eres muy entretenido. Cuida bien de Natsuki-chan... el final llegará en breve…


La figura sobre su cabeza desapareció mientras la voz decaía.


La maldición fue levantada, y gradualmente el movimiento regreso a sus miembros.


Levantó la vista. Era como si Nagi nunca hubiera estado allí.


Eso fue peligroso… mi boca pudo haber sido la raíz de esta catástrofe…


Respirando profundamente, regresó su atención a la pelea de Natsuki una vez más.


La oscura bestia, aquella que había sido venerada desde tiempos antiguos como un dios de la montaña o como un dios canino, a veces llamado “Yafusa”, estaba de pie frente a Natsuki, inmóvil. La joven apretó su Elemento con fuerza, preparándose para disparar.


***


Grrrr....



La bestia gruñó profundamente.


La criatura ya no era un objeto de miedo para Natsuki. Cómo podía pasar esto, ella no lo sabía. Todo lo que sabía era que mientras luchaba contra la bestia, un deseo le había sido transmitido… no podía expresarlo de otra manera.


El uniforme de Natsuki estaba cubierto de suciedad y rasgado en varias partes. Habían finas líneas de sangre en donde la piel estaba expuesta.


Su largo cabello también era un desastre debido a la batalla.


Ya no había ira o miedo en el interior de Natsuki.


La joven observaba a la oscura bestia.


Sus ojos rojos brillaban ahora en silencio, enfocados en Natsuki, como si tratara de averiguar cómo se movería a continuación.


-¿…Qué soy para ti? ¿Qué quieres de mí?


Mientras preguntaba esto, un recuerdo de cuando era joven regresó a la mente de Natsuki.


Era esa ocasión cuando su padre llevó a casa a un cachorro como un regalo.


El cachorro estaba muy asustado y tenso de estar en un hogar desconocido, todo lo que podía hacer era temblar.


Natsuki no se dio cuenta del miedo del animal, sólo de lo lindo que era por lo que alzó una mano para acariciarlo… y fue mordida.


Los dientes del cachorro ya estaban completamente crecidos. Aunque la mordida no había dolido mucho, Natsuki lloró… por la impresión.


No quiero este cachorro, da miedo… era lo que lloraba.


Entonces su padre en voz baja la reprendió.


“Escucha, Natsuki. El cachorro aún está asustado por ser traído a un lugar desconocido. Se siente asustado y sólo…


No deberías llorar. Para ser amigos, uno debe dar el primer paso, ya sea con las personas o los animales.”


El cachorro temblando vio a Natsuki desde la espalda de su padre mientras ésta hablaba.


Ya veo… Igual a los ojos de aquella vez…


Natsuki se enfocó en la bestia frente a ella, sintiéndose ligeramente irritada de recordar las palabras de ese detestable hombre en un momento como este.


La luz brillando en esos ojos era la misma que la del cachorro aquella vez.


Los ojos rojos de la bestia ya no parecían reflejar ninguna voluntad propia, sólo eran de un rojo vacío.


Pero aún así…


Natsuki tranquilamente bajó su Elemento.


El cuerpo de la bestia tembló.


Natsuki sólo miraba a la criatura, cuestionándola, pero alentándola.


Trataban de averiguar lo que el otro deseaba…


-¿Tú… también te sientes solo?


Las palabras salieron de su boca.


La bestia dejó de gruñir y observó a Natsuki.


Natsuki avanzó, sólo un paso.


La bestia sólo miraba.


Natsuki se acercó.


Cuando la distancia entre ambos por fin se acabó, Natsuki estaba de pie frente a la oscura criatura, sin decir palabra.


-Ya veo… has estado esperando por mí… Duran…


Natsuki sonrió.


---Rugido---


La bestia aulló con fuerza.


Era como si le respondiera, como si alzara su voz en felicidad.


-Lo hiciste Natsuki-chan. Este Child te ha aceptado. ¿Así que, que tal si en verdad aceptas a este Child, también?


Preguntó Nagi, una vez más apareciendo de la nada.


-Sin importar cual sea tu objetivo, este niño se convertirá en un fuerte aliado. Sin embargo, a cambio, debes de apostar la cosa más importante para ti.


-No me importa. No tengo nada que sea importante para mí.


Esa es la verdad. Siempre he vivido sola.


Viviendo sólo por venganza.


Y cuando la consiga…



La marca de Natsuki brilló aún más. Su corazón latió más rápido, sintiendo que el fin estaba cerca.


Como si un hechizo fuera invocado, un símbolo apareció en el suelo, rodeando a Natsuki y a la bestia.


Una columna de agua surgió desde el patrón, la luz que irradiaba atravesaba la oscuridad del campus y se disparaba al cielo.


La luz se apoderó del frío aire.


Y aún así, era extrañamente cálido.


Aaah…


El abdomen de Natsuki comenzó a doler. El dolor se parecía a aquel en el mes, cuando era más consciente de su condición de mujer…


Pero aún así, un repentino sentimiento de bendición corría por su cuerpo.


La bestia comenzó a brillar de forma intensa. Era una sensación de euforia, Natsuki lo abrazó con fuerza, con cariño.


Antes una sombra indefinida, ahora la bestia comenzaba a materializarse a su verdadera y substancial forma.


Tenía un cuerpo de un plateado brillante. Sus piernas firmes al suelo.


La única cosa que no cambió era el brillo rojo de sus ojos. Estos observaban a Natsuki.


-Duran…


---Rugido---


Rodeado por los brazos de Natsuki, Duran, su Child, elevaba la voz… el llanto de un recién nacido.



V



Pasaron tres días antes de que Natsuki regresara a la escuela.


Había cumplido su promesa a Akane, dejando los apuntes en su correo. Cuando regresó a su apartamento, cayó a la cama y durmió por 24 horas.


Una vez que despertó, los eventos de esa noche aún se sentían como un sueño.


Pero su Elemento se materializó en sus manos cuando lo invocó, así que era prueba de que eso no pudo haber sido un sueño.


El poder para materializar equipo de alto orden… HiME…


Comenzó a volverse conciente de sus poderes al materializar su Elemento y Child. Esos poderes traían consigo algo, y Natsuki sentía terror en su interior.


¿Por qué tenía esos poderes? ¿Quién era ese niño llamado Nagi? ¿Por qué la organización llamada Primer Distrito intenta reunir a las HiME? Si la información de Yamada era correcta, debían haber otras chicas que tenían poderes como ella ¿cierto…?


Y lo más importante ¿por qué su madre y ella tuvieron que huir esa noche? ¿Y por qué tuvo que morir?


Todas las respuestas están aquí en la Academia Fuuka…


Y la llave conectando todas esas pistas estaba colocada de lleno en la mano de Natsuki.


O, de forma más correcta, lo recordaba.


Para asegurarse de esto, Natsuki regresó a la escuela, aunque sus heridas no habían sanado por completo.


Se dirigió a la parte de atrás del edificio escolar, en donde se encontraba una plantación de flores junto a la sala del personal.


A quien buscaba estaba allí, como lo esperaba. Usando un sombrero de paja, atendía a sus flores silencio, como generalmente lo hacía.


Natsuki intentó comparar la figura con alguien en sus recuerdos de hace 10 años.


Sí, lo reconocía. Él era uno de los “tíos oscuros” que a veces jugaba en secreto con ella y su perro, Duran.


-En verdad has engordado en estos 10 años. No te pareces en nada a como lucías en ese entonces.


Aquel a quien llamaba Sakomizu se sorprendió un poco ante la voz de Natsuki, continuando con su labor de regar las flores. Sin voltear le respondió, como si hablara consigo mismo.


-Bueno es por eso que se decidió que yo sería el encargado con la misión de observar la escuela, y a ti, tanto como involucrara el despertar como HiME. Felicitaciones, Princesa.


Ese tono de voz, era la voz que la llamó “princesa”, esa que le susurró hace tres días…


-¿Estás… con el Primer Distrito?


-...No puedo decirte eso.


Lo cual, por supuesto, era lo mismo que admitirlo abiertamente. Natsuki quería hacer otra pregunta, pero Sakomizu la interrumpió, abriendo la boca primero.


-Sé que has enviado a un extraño sujeto para que investigue varias cosas por ti. No puedo decir exactamente por qué, pero debes dejar de hacerlo.


-¡Pero necesito saber! ¡Por qué, por qué mi madre…


-Entiendo cómo te sientes, pero aún así, debes detenerte.


-Gracias a lo que me he convertido es posible obligarte a darme respuestas, pero aún así ¿no me dirás nada?


-Correcto. Si te dijera algo, la organización me aniquilaría. No hay diferencia.


-…


Tenía su mismo semblante, pero en el tono había algo diferente.


-Entonces, ¿por qué molestarse en advertirme?


-Porqué, en verdad. Ni yo mismo lo sé. Sin embargo…


-¿Sin embargo?


-…No, olvídalo.


Y con esas palabras, Sakomizu dejó de hablar, y como si Natsuki no estuviera allí, continuó atendiendo a sus flores.


Natsuki se sintió irritada por este giro de acontecimientos.


-Tú viejo zorro… algún día, te haré hablar…


-Adelante, si crees que puedes.


-Ja…


Por el momento, retrocederé…


Por fin, había conseguido algún tipo de pista. Debía aferrarse a esta idea, sin importar qué.


-…Ah, una cosa más.


-¿Qué?


-Nunca me llames “princesa” de nuevo.


-…Me aseguraré de ello.


La voz de Sakomizu era un simple susurro detrás de ella, Natsuki se fue.


***


-¿Natsuki, qué sucedió? Esas heridas...


Después de la escuela, Shizuru estaba esperando en su lugar habitual en el jardín trasero, cuando Natsuki por fin apareció. Miró los vendajes de su amiga e hizo un gesto de dolor.


-No te preocupes, son sólo rasguños.


-Cómo puedes decir que son sólo rasguños… oh, incluso tu hermoso rostro…


La expresión en el rostro de Shizuru cambió aún más cuando vio los vendajes en la mandíbula de Natsuki.


-¿Caíste de tu motocicleta? Si cosas como esta te van a suceder, entonces debo mantenerte alejada de esa cosa, aún si tengo que golpearte…


Su tono era enojado, mostrando claramente de lo que sería capaz si se cometía un simple error…


Era raro ver a Shizuru, quien generalmente era tan calmada como si nada la molestara, tan enojada como ahora.


-En serio, son sólo rasguños. Y no tienen nada que ver con mi motocicleta.


-¿En verdad?


-En verdad.- respondió Natsuki, imitando pobremente el acento de Kyoto de Shizuru.


-Entonces cómo, tales heridas…


-Lo siento, pero no puedo decirte. E incluso si lo hiciera dudo que me creyeras. En serio, estoy bien. Las heridas no son lo suficientemente profundas para dejar cicatrices, y en verdad, son como decoraciones para mí.


La mirada de Shizuru preguntó sin palabras si en verdad estaba bien. Natsuki mantuvo la mirada.


Después de observar en los ojos de la otra por un breve momento, Shizuru dejó salir un suspiro de aceptación.


-Entonces no preguntaré más. Ese tipo de cosas irrazonables no deberían hacerse, supongo. Pero el sólo ver a Natsuki herida así, siento que mi corazón dejará de latir…


-…


Observando a Shizuru, quien tenía una mano sobre su pecho, un sentimiento creció en el interior de Natsuki. Un sentimiento de nostalgia, pero también de alegría.


-… ¿Natsuki, sucede algo malo?


-Oh no, es sólo que… ha pasado un tiempo desde que alguien se preocupa por mí de esta manera, por eso estoy un poco sin palabras.


Shizuru respondió a las mejillas enrojecidas de Natsuki con una sonrisa.


-¿Pero no estoy preocupada por ti todo el tiempo? Además, no es sólo mi mente la que está ocupada con Natsuki ¿no es así? Por ejemplo…


Una extraña seriedad envolvió sus ojos, y Shizuru continuó.


-…el capitán del Club de Kendo.


-…!


Natsuki no pudo evitar estremecerse ante la mención de su nombre.


Takeda Masashi.


Era un alumno en la misma clase que Shizuru, clase D. Su objetivo era convertirse en el capitán del Club de Kendo. Un día, a pesar de que nunca habían hablado realmente con el otro, apareció de repente en el salón de Natsuki, ramo de flores en mano, y con una cara completamente roja le pidió salir juntos frente a toda la clase. Tenía un carácter fuerte, se podría decir.


Por supuesto, se encontró con una devastadora derrota. Pero no se rindió, usando todo en lo que pudo pensar para continuar con sus torpes avances. Parecía ser un sujeto honesto, y aunque era tratado de una forma cruel haciendo que su corazón doliera un poco, él sentía que, aunque lamentable, no podía evitar querer a Natsuki, quien era alguien que parecía muy disímil a la idea de abrazar al sexo opuesto.


Mientras el verano se acercaba, también lo hacía el Torneo Nacional de Kendo. Se involucró tanto en las actividades de su club que sus avances por fin se detuvieron. Ahora las vacaciones de verano terminaron, y ella esperaba que por fin se hubiera dado por vencido y seguido adelante, pero todavía…


-…Perdón, odio que me recuerden a ese idiota haciendo un gran alboroto por mí.


-¿Oh, en verdad? Pero si no estoy equivocada, ¿no te hace un poco feliz?


-¡Definitivamente, absolutamente no!


Shizuru sonrió ligeramente ante la profusa negación de Natsuki. Toda la ansiedad que había sentido por la situación ya no estaba.


-Además, él se rindió ¿cierto? No lo he visto desde que pasaron a segundo año.


-Eso es porque el torneo de kendo está por comenzar y algunas cosas sucedieron con el club. No puede hacer sus avances si esos asuntos no están resueltos. Él no parece ser el tipo de persona que se rinde…


-¿El club de kendo? Oh cierto, ahora que lo mencionas, era Tate… Yuuichi ¿verdad? Estaba lastimado o algo así...


No estaba bien informada acerca del incidente, pero estuvieron en la misma clase en su segundo año de escuela media, así que sabía de él. Era el futuro as que el equipo de kendo había puesto todas sus esperanzas.


-Parece ser una herida muy grave… Takeda-kun me dijo lo devastado que estaba al no poder ver a Natsuki mientras se encontrara ocupado con esos asuntos…


-Bien, malo para Tate, pero bueno para mí.


-No deberías decir tales cosas… es una situación muy seria para Tate-kun.


-…Supongo. Pero no puedo evitar estar un poco agradecida.


-Ooh… Natsuki es muy mala.


A pesar de que sus palabras eran de crítica, había un alivio mezclado en el tono de Shizuru.


Con este tema por fin terminado, Natsuki se aproximó al tópico que en verdad quería preguntarle a Shizuru.


-Um, Shizuru… eres la representante de tu clase ¿cierto?


-Sí, lo soy… ¿por qué preguntas?


-He oído que los representantes de clases tienen un mayor acceso a la red de la escuela que los alumnos regulares…


-Sin embargo, no puedo cambiar el número de la asistencia de una persona…


-¡No estaba pidiendo una cosa así!... hay algunas cosas acerca de esta escuela que me gustaría investigar.


Natsuki intentó sonar lo más casual posible.


Aún habían tantas cosas que no eran claras sobre el Primer Distrito y los poderes de HiME. En realidad no quería involucrar a Shizuru, pero era la única a la que le podía pedir un favor tan personal.


Esa es la razón por la que tuvo que pedírselo a Shizuru, pero…


-Probablemente no debería preguntar porqué quieres saberlo ¿no es verdad?- interrumpió Shizuru un poco triste.


-No deberías, lo siento.


-Bueno, ¿qué necesitas saber acerca de la escuela?


-…El estado de la administración, el nombre del director y registro personal… una lista de los miembros del personal y estudiantes. Y si es posible, sus registros personales también.


Shizuru suspiró apenas escuchó esas palabras.


-Eso es imposible. El nivel de acceso de un representante no es muy superior al de un estudiante regular.


-Ya veo… bueno, entonces olvídalo.


-Ya veo…- Shizuru respondió con tristeza.


Aunque después de decir esas palabras, observó a Natsuki y sonrió, como si de repente hubiera llegado a una decisión.



VI



Los meses que siguieron pareciera que sucedieron en un parpadeo.


Aunque para una persona, no pareció así de rápido.


Para Natsuki, esos fueron días muy duros.


Ocurrió su primera pelea... un encuentro con un monstruo llamado “Orphan” que apareció en el campus de la escuela.


No sólo aún trataba de cazar al Primer Distrito, intentando infructuosamente obtener respuestas de Sakomizu, quien sólo evadía sus preguntas como una anguila resbaladiza, teniendo a Yamada y otros contactos obteniendo información para ella, también tenía la presión de los exámenes de medio término del segundo semestre, y luego, los exámenes finales.


Sus números de asistencia eran increíblemente bajos, pero lo hacía bien en sus exámenes escritos y no le daba a los maestros motivos de quejas. Esa era la política de Natsuki.


Como una reacción al estrés extremo, terminó comprando grandes cantidades de lencería que por lo general nunca usaba. Aunque, de algún modo aprobó sus exámenes. No pasó mucho hasta que el año acabó, y se realizaron las elecciones para el consejo estudiantil, bastante tarde comparada con otras escuelas.


Natsuki estaba casi tan sorprendida como cuando despertó como HiME, al averiguar quien era una de las candidatas.


***


-Felicidades por ganar las elecciones, Shizuru.


-Gracias, Natsuki.


Shizuru sonrió con gracia, bebiendo su té. El uniforme de diferente color de la presidenta del consejo estudiantil adornaba su cuerpo.


Shizuru fue elegida presidenta de la escuela secundaria, destruyendo a su oponente Suzushiro Haruka, en una aplastante victoria.


Ya llevaba un aire de dignidad, y sería sólo declarar lo obvio decir que le quedaba bien. Así como sería recalcar lo obvio decir que en verdad era inesperado.


-…No pensé que eras alguien que luchaba por poder.


-No lo soy realmente, es sólo un rasgo que todos parecen atribuirme.


-Bueno, sin duda será mejor que tener a Suzushiro como presidenta… pero…


Shizuru sonrió mientras observa como la mente de Natsuki divagaba, luego dijo:


-¿Entonces hablamos de cosas más agradables? El acceso de la presidenta estudiantil a la red de la escuela es mucho mayor que el de un estudiante normal.


-…!


Natsuki se animó un poco cuando escuchó esto, pero luego se dio cuenta, recordando lo que había dicho hace tantos meses.


-No puede ser, Shizuru… ¿hiciste esto sólo por lo que dije…?


-¿Qué quieres decir?


-Ya sabes… que yo, um, quería investigar sobre la escuela.


La respuesta de Shizuru ante la pregunta que murmuró Natsuki fue una que parecía muy fuera de su personalidad…


Se rió en voz alta, fuerte, con lágrimas en los ojos.


-…¡Shizuru!


-Lo siento, pero Natsuki diciendo un cosa tan loca… es muy gracioso…


Finalmente se dejó de reír, y dijo en un tono de protesta:


-Natsuki, haría muchas cosas por tu bien, pero ¿por qué iba a asumir las responsabilidades de presidenta sólo por eso?


-…Supongo, tienes razón…


-Sólo sentí que tenía que hacer esto. Se verá bien cuando solicite un trabajo en el futuro. Así que Natsuki no debería preocuparse que esté usando mi posición para su beneficio.


Oír a Shizuru hablar de esa forma, Natsuki se rindió y observó la computadora sobre el escritorio, dada a la joven como parte de su nueva posición como presidenta.


-Necesito escribir la contraseña. Sólo un momento.


Shizuru, quien estaba de pie detrás de Natsuki, se inclinó por el teclado.


Natsuki sintió los pechos de Shizuru apoyarse contra su espalda mientras intentaba concentrarse en la pantalla, sin atreverse a hacer un movimiento.


Después de que la contraseña fue introducida, una nueva ventana apareció.


Los ojos de Natsuki se iluminaron mientras la información, generalmente no disponible para un alumno normal, le era revelada, dejando al ratón correr por toda la pantalla mientras miraba a través de la red de la academia.


Shizuru, aún detrás de Natsuki, sonrió en satisfacción por su reacción. Se sintió abrumada por la emoción, y suave y furtivamente besó el cabello de Natsuki…



VII



-¿Ese es el auto...?


Natsuki, usando su traje de motociclista, estaba en el gran puente que conectaba el área con la tierra principal, observando al auto que era su objetivo.


-Sí, el número es el mismo también. No hay dudas.


Yamada respondió a su lado, observando a través de binoculares.


-¿En realidad vas a hacerlo? No importa como lo mires, es un crimen.


-…A quién le importa. Continúa como se planeó.


La respuesta de Natsuki fue corta.


-Entendido… eres un alma inquietante.


Mientras Yamada sonreía ligeramente, una voz dentro del corazón de Natsuki le respondía en silencio.


Sólo me he vuelto obstinada, es todo…


Unos meses habían pasado desde que Shizuru se convirtió en presidenta del consejo estudiantil, y Natsuki ya comenzó con la escuela secundaria.


Durante esos meses, el número de extrañas ocurrencias en la academia había aumentado. Natsuki y Duran derrotaron una incontable cantidad de Orphan.


Casi había muerto durante alguno de esos encuentros, mas de algún modo siempre lograba vencer.


Pero aún no podía averiguar el verdadero propósito del Primer Distrito, y el núcleo de la organización todavía estaba envuelto en misterio.


Finalmente, tuvo la oportunidad de encontrarse con la directora, una niña de 11 años llamada Kazahana Mashiro. Una niña que hablaba con una extraña madurez acerca del Primer Distrito y las HiME. Natsuki estaba sorprendida de que la muchacha supiera la verdad, y le pidiera que derrotara a los Orphan. Consideraba que esta era la razón por la que reunían HiMEs en la escuela, pero…


…No, tiene que haber algo más detrás de esto…


Su desconfianza hacia el Primer Distrito no se alteró.


En otras palabras, no podía dejar de desconfiar de la organización.


¿Qué era lo que planeaban al reunir a todas las HiME?


Si sólo derrotar a los Orphan era su meta, ¿por qué no sólo salir y decirlo abiertamente?


Toda esta forma indirecta forma de llamar a las chicas a la academia parecía increíblemente innecesaria.


No puedo permitirles reunir a las HiME en este lugar.


Después de mucha consideración consigo misma, Natsuki había llegado a esa conclusión.


Fue capaz de encontrar por medio de la computadora de Shizuru que una nueva estudiante llegaría al final de Abril.


Minagi Mikoto, quien estaría en la escuela media. Esta chica atrajo la atención de Natsuki porque era un poco extraño transferirse una vez que el año escolar ya había comenzado.


Después de mucho molestar, Sakomizu confesó.


Una nueva HiME llegará a la academia.


-Muy bien, hemos redirigido por completo a todos los demás autos, no debería haber un obstáculo en 300 metros.


-Entendido.


Natsuki montó su motocicleta, y giró el acelerador.


La motocicleta salió con un salto.


El auto que buscaban alcanzó la mitad del puente.


Si no hago nada, nada sucederá… cierto, espera hasta que pueda sentir la tierra vibrando…


Pensó para sí, creyendo que al prevenir que más HiMEs llegaran también las beneficiarían a ellas.


Natsuki materializó su Elemento, y apuntó a las ruedas del auto.


Mientras más peleaba, más el arma comenzaba a sentirse como otra parte de su cuerpo, haciéndola capaz de golpear un blanco con extrema precisión, incluso mientras conducía su motocicleta a máxima velocidad.


Lo que va a suceder… esto es una gran apuesta…


El auto pasó, y Natsuki jaló el gatillo.


La bala golpeó perfectamente, impactando uno de los neumáticos, haciendo que el auto girara y se arrastrara, deteniéndose de lado.


Natsuki estaba sobre su motocicleta, volteando para mirar al vehículo.


Después de un rato el sonido del motor del auto se detuvo, suspendiendo toda actividad.


Un número de dolorosos lentos segundos pasaron…


Una pequeña figura apareció desde el interior del auto.


Una chica usando un uniforme marinero. Tenía que ser la alumna transferida, Minagi Mikoto.


Y quizás incluso… una HiME.


Su premonición se volvió realidad en un segundo.


La niña sujetaba una espada que parecía casi ridículamente muy grande para su cuerpo, ese cuerpo que era tan pequeño pero estaba lleno de la voluntad de pelear… no, con una increíble lujuria por sangre.


¿Ya está despierta? Diablos, me han engañado de nuevo…


Natsuki sonrió con amargura, y en silencio levantó su arma, apuntando.


Las dos chicas estaban encarando a la otra en el puente.


La noche se aproximaba, la única cosa observando a las jóvenes era la ligeramente visible luna.


Y a su lado, la estrella roja brillaba, y sólo por un momento, tintineó.



Epílogo ~ del Paso: #25~


Ahora pensando en eso, en aquella vez, la primera pelea con Mikoto pudo haber sido el comienzo de todo.


El amargo pensamiento hacía compañía a Natsuki mientras se encontraba en el acantilado, aquel que le quitó a su madre, observando a la enorme estrella brillar junto a la luna.


¿Qué hubiera pasado si nunca hubiéramos luchado en ese momento…?


Quizás no hubiera ido tras Mikoto de forma tan persistente después de que cayera del puente, para compensar por las heridas que sufrió a manos de la chica…


El destino puede cambiar, me pregunto…


Pensar en esto ya no hacía bien.


La “ella” del pasado no sabía nada, no quería saber nada.


No quería saber sobre los sentimientos de Shizuru, las HiME, y lo más importante no quería saber de sí misma.


-Por qué una mujer tan brillante como ella haría eso está más allá de mi comprensión… pero la Dra. Kuga te amaba. Estoy seguro de ello.


Sakomizu susurró suavemente.


¿Era para confortarla? El sonido de lástima en su voz era irritante, pero sin embargo extrañamente consolador.


-Creo en la madre que tengo en mi interior. Así que… está bien.


Natsuki sonrió ligeramente.


¿Qué fue lo que su madre planeó con Searrs? ¿Por qué tuvieron que huir? La verdad estaba más allá de este acantilado.


Sólo creeré… mi madre quería salvarme. Incluso si estoy equivocada…


“Quizás es porque cuando las personas atesoran algo, cosas que encuentran en verdad valiosas, ellos mismos cometen errores…”


“…Puedes tener razón. Fujino-san, ella… bueno, se enamoró de ti… y porque eres tan preciada para ella…”


Amor. Una emoción que Shizuru tenía por ella. Cuando sus sentimientos fueron rechazados, Shizuru se derrumbó.


El amor era una emoción que, para Natsuki quien en realidad aún no lo deseaba, era algo que no entendía.


Ver las violentas emociones de Shizuru, y los sentimientos que Mai y Shiho tenían por Yuuichi, hacían de la palabra algo que temer.


-Yo… en realidad no quiero saber de amor.


¿Por qué era eso? ¿Por qué las personas deseaban a otra…? ¿Y por qué esos sentimientos eran tan fuertes que podían mantener este enloquecedor poder…?


Puede que aún le temiera a la fuerza de estos sentimientos, pero decir “me gustas”… ser el objeto de la afección de alguien, sólo un poco, era algo que la hacía feliz. Estaba segura de ello.


-Pero quizás… quizás las personas viven porque aman…


Las palabras extrañamente toscas mostraban que incluso él ha tenido esos sentimientos.


Él suspiró.


Natsuki sonrió.


Distanciarse de los sentimientos de Takeda había sido una tarea fácil para ella. Se sentía aliviada, e incluso un poco nostálgica cuando pensaba en ello. No le había dado una respuesta, además de enviarle un corto mensaje que decía “Gracias. Lo siento” antes de que se fuera cuando cerraron la escuela.


Había alguien más para Natsuki… alguien cuyos sentimientos sabía que quería aceptar realmente.


Incluso si no acababa de entender esos sentimientos, quería responder.


He decidido qué camino quiero tomar…


Incluso si no tenía los mismos sentimientos que Shizuru deseaba.


Amaba a Shizuru… esa era la verdad.


-Te deseo buena suerte…


Con ese murmullo final, Sakomizu se fue.


Ella volteó hacia el acantilado, como para tomar en sus palabras.


Por debajo del acantilado…


Las olas entraban y volvían a salir.


Rompían mientras golpeaban el acantilado.


El viento soplaba desde el mar, agitando el oscuro cabello de Natsuki. Brillando en la puesta de sol, su uniforme escolar se agitó un poco.


Natsuki se quedó allí sola, en silencio observando la estrella de las HiME.


…El momento del destino había llegado.



FIN